Trucos para conseguir unas pestañas largas y gruesas

¿Conoces el rizador de pestañas? Te invitamos a adentrarte en su fascinante mundo…

Este gran invento hace que los ojos se vean más abiertos, hace que parezcas más despierta, realza la zona de los ojos dándoles protagonismo y así puedes utilizar menos maquillaje. Todo ventajas, ¿no? 

Comprar un rizador de pestañas no es muy costoso y utilizarlo es realmente sencillo si lo haces con un poco de cuidado, claro.

¡L@S QUIERO!👁️👇🏻

Aquí tienes una pequeña guía sobre cómo utilizar un rizador de pestañas:

Siempre antes del rímel: Las pestañas han de estar limpias a la hora de usarlo para evitar dañarlas. Si lo utilizamos con el rímel puesto, es probable que muchas pestañas queden pegadas al artilugio y se rompan obteniendo un acabado sucio, con pegotes de maquillaje y una curvatura muy forzada.

Colocación: A la hora de usarlo debes acomodar las pestañas sobre la almohadilla con cuidado de guardar una distancia de seguridad con la piel para evitar pellizcos molestos. Presiona durante unos segundos para conseguir dar forma a la pestaña. Cuando dejes de presionar, ábrelo ligeramente antes de retirarlo para evitar tirones.

Riza en dos puntos: Lo más habitual es rizar las pestañas en dos puntos para obtener una curvatura más abierta. Aplica primero presión en la base de las pestañas (cuenta, por ejemplo, diez ovejas sin dormirte) y después riza en la zona cercana a las puntas. Si tus pestañas son lo suficientemente largas, añade un rizado en la zona intermedia. Verás que con esta técnica tu mirada se abre con una curva más natural.

Calienta el rizador: Si no dispones de un rizador eléctrico o térmico, utiliza un secador de pelo para aplicar durante unos segundos aire caliente sobre el cabezal hasta que compruebes que la goma ha tomado temperatura. Entonces será el momento de rizar tus pestañas, de forma que el calor te ofrezca un acabado más duradero. 

Cómo aplicar el rímel después del rizador

Una vez le has dado forma a tus pestañas, es recomendable aplicar la máscara en dos pasos:

  1. Realiza una primera aplicación del rímel por encima de las pestañas, girando el cepillo en el sentido de la curvatura para potenciar el efecto conseguido.
  2. Después, aplica la máscara de pestañas lentamente desde la base hacia arriba en zigzag para impregnar bien todo el pelo. Incide especialmente en la base de las pestañas para abrir bien la mirada y fijar el acabado conseguido con el rizador.

¿Fácil no? Paso a paso, poco a poco, keep calm and make up!

Cuándo usar el rizador de pestañas

Si no llevas pestañas postizas, te sugerimos usarlo cuando vayas sin maquillaje, así te proporcionará un toque muy natural que marcará la diferencia y, si las llevas, úsalo antes de colocarlas, de forma que la pestaña se levante y no se vea una vez colocado el postizo.

¡Y no olvides usarlo siempre antes de que vayas a aplicarte la máscara de pestañas!

Tipos de rizador de pestañas

Cuando escojas el rizador, hay que comprobar que es lo suficientemente ancho para que quepan todas tus pestañas. Debe tener también un buen agarre para que no resbale mientras lo utilizas y la goma no debe ser muy dura ni muy blanda y lo ideal es que lleve algún recambio.

¡Para usos los colores!

Rizador de pestañas metálico: Se asemeja a unas tijeras y riza las pestañas al presionarlas entre una goma y un filo metálico.

Rizador de pestañas de plástico: Tiene una forma más moderna que consiste en un mango. Funciona con la presión de gomas generada por un resorte.

Existe la versión mini, quizás más llevable en el bolso.

Rizador de pestañas mini tipo pinzas: Está indicado para las pestañas del ángulo externo del ojo, por si quieres conseguir en esa zona un efecto más dramático. Actúa como el rizador metálico normal, presionando entre goma y filo metálico. Resultado bastante definido.

Rizador de pestañas térmico: Esta versión es como el rizador de plástico pero con calor. No supera los 37º. El calor hace que el rizo dure más. Hay que esperar un par de minutos para que se caliente.

Peine térmico: Es un cepillo con una pequeña resistencia de calor en la punta. Puede usarse después de la máscara, de hecho, es más recomendable. Hay que esperar un minuto a que se caliente. El rizo es muy duradero, pero al aplicar calor tan cerca del ojo puede resultar molesto.

¿Te apetece un tutorial sobre el rizador metálico?👀👇🏻

¡HAZTE CON ELL@S!👁️👇🏻

¿Cuál es el mejor rizador de pestañas?

El mejor rizador de pestañas es aquel de metal resistente y lavable que pueda higienizarse cada cierto tiempo. Debe ser ergonómico con una curva que se adapte perfectamente a la forma y profundidad de tu ojo.

Por otro lado, también es relevante que compruebes que sus almohadillas sean de silicona flexible, pero resistente, y que se extienda hacia los bordes, esto facilitará un buen uso y evitará pellizcos molestos sobre los párpados. Finalmente, es bueno que la marca ofrezca repuestos de calidad para que puedan reemplazarse cuando se desgasten.

Mantenimiento del rizador de pestañas

La almohadilla es la parte más importante. Por eso, en cuanto se deteriore conviene sustituirla por una nueva. 

Es aconsejable cambiar las almohadillas cada tres meses y los rizadores cada doce meses por higiene.

De esta manera conseguiremos siempre un acabado óptimo sin dañar nuestras pestañas. Una almohadilla deteriorada puede rizarlas mal y hasta partirlas. Por esta razón comprobarás que muchos rizadores incluyen almohadillas de recambio.

Es recomendable limpiarla con agua y jabón para evitar que la suciedad acumulada deteriore antes de tiempo la goma.

CÓMO CONSEGUIR PESTAÑAS LARGAS

Hay más formas de lucir unas pestañas de infarto sin correr el riesgo de que se te caigan en los momentos más inoportunos. Aquí te ofrecemos tres alternativas:

1. Pestañas largas combinando cepillos

Te recomendamos una buena máscara de pestañas voluminizadora que no deje grumos (ten en cuenta que vas a dar más de una capa), combinándola con otra máscara con cepillo para alargar las pestañas y, opcionalmente, con un rizador de pestañas.

Podemos diferenciar los tipos de máscaras fijándonos en su cepillo. Las que lo tienen más ancho y tupido son para dar volumen y espesor; las que lo tienen fino y con púas de goma son para alargar, y las de cepillo curvado son para rizar la pestaña. También los hay con forma de peine para separar los pelos y eliminar grumos, en forma de espiral para rizar e incluso combinando varios efectos en un mismo cepillo.

Para conseguir unas pestañas largas elige como base un rímel que tenga el cepillo ancho:

  1. Si tienes las pestañas caídas o muy rectas, primero dales forma con el rizador. También puedes usar una máscara que combine el efecto volumen con un cepillo curvado.
  2. Aplica una primera capa de máscara de pestañas voluminizadora haciendo zig-zag desde la raíz a las puntas. Repasa también las pestañas inferiores para enmarcar bien la mirada. Deja que el rímel se seque.
  3. Después, utiliza el rímel alargador de pestañas, pero esta vez colocando el cepillo sobre las pestañas y tratando de enrollarlas para que se ricen al girar. Así estarás dejando producto en una parte en la que la aplicación normal no lo suele dejar, con lo que ganarás en grosor. Si tienes suficiente largo abajo, haz lo mismo. Deja que se seque.
  4. Para terminar, puedes dar una tercera pasada con el voluminizador procurando hacer el movimiento de zig-zag para dejar el menor número de grumos posible.

2. Pestañas largas con fibras

¿Has oído hablar del rímel con doble cabezal? Es aquel en el que das una primera pasada con el cepillo blanco y después finalizas con el negro para conseguir un extra de volumen. Este tipo de máscaras consiguen engrosar y alargar las pestañas a base de una pre-base con pequeñas fibras de nylon que se adhieren a las pestañas creando una estructura artificial que luego se tiñe de negro con el segundo paso.

3. Pestañas largas y gruesas con talco

Si eres de las que te gusta probar métodos diferentes, hay una tercera forma de conseguir unas pestañas más largas y gruesas con un producto que todo el mundo puede tener en casa: los polvos de talco.

Para ello, aplica con un cepillo limpio el polvo haciendo que penetre bien entre las pestañas. Retira el exceso sacudiéndolo un poco. No obstante, ten en cuenta que siempre caerá algo sobre tus mejillas. Después, repasa las pestañas con tu máscara favorita para teñir el polvo y conseguir un volumen visible. Repite la operación si deseas unas pestañas más cargadas y dramáticas.

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